lunes, 25 de marzo de 2013

Tirando humedad al campo de juego

En relación con el debut de este blog/facebook hay dos señales muy significativas. Primeramente, la coincidencia con un evento deportivo importante como lo es una fecha de eliminatoria, y todo el material para analizar que dejan estos acontecimientos. Y por otro lado, un episodio poco menos que premonitorio: ¡volvió Macaya! Al momento de buscar un nombre para este espacio se hizo bastante obvia la ausencia del canoso comentarista, que sin ser un pensador brillante como esos que aparecen en TVR sentados en un sillón con las patas para arriba, nunca fue cultor de la burrada ignorante de aquellos que lo sobrevivieron. Bien, el grito de auxilio que quisimos inaugurar se transformó en realidad incluso antes de empezar con el asunto: Macaya volvió, aunque no con Araujo ni por aire, sino en T&C y con el Señor Magoo, Walter Nelson a su lado. Para no extenderme en esto, y mientras la vuelta de Macasha Márquez fue noticia en muchos diarios online (¡cómo nos perdimos la publicidad!), declaro que no tenemos ganas de cambiar el título del blog. Así que, o Macaya se vuelve a ir o hacemos como si no pasó nada.

Yendo a lo que te truje, las transmisiones de la selección son claramente diferenciables de las del fóbal local. Así como alguno se pone un lindo saco para una ocasión especial, los periodistas, conscientes de una mayor audiencia, se esfuerzan en su trabajo. Pero cuando el talento se quedó en casa, esforzarse puede querer decir meter más pavadas. Por ejemplo, este muchacho Marcelo Araujo estuvo notablemente más contenido que de costumbre, tal vez a sabiendas de que su eterno partenaire formaba otro dúo en el cable. Esto claramente mejoró su relato, y no tuvo que recurrir a su ya tradicional “la gente de”, muletilla que intenta para salvarse de no saber quién lleva la pelota, hacia dónde va y con qué fin. Pero afortunadamente, su traje de profesional impostado no logró convencerlo de no largar cosas como “Lo que quería decir es que el arquero argentino tiene un conjunto gris. En cambio el venezolano tiene uno fluor”, como si al notar la diferencia en sus vestuarios estuviese encontrando la clave del partido. Además, demoraron un poco en soplarle que el delantero del Inter es singular, Rodrigo Palacio hay uno sólo, por consiguiente no “la lleva Palacios”. Pero espero que el Fútbol Para Todos devuelva al Araujo que provocó este blog, el relatore dil pópolo, alias el gagá insoportable. Mientras tanto, en T and C, se daba el comentado regreso de Macaya, en compañía de Walter Nelson, un señor que seguramente sería bochado en el examen del registro. Walter en su momento fue un tipo de bastante crédito, más todavía al hacer dupla con Alejandro “desde-que-existe-internet-eso-de-tirar-estadística-de-memoria-es-una-boludez” Fabbri. Pero desde hace varios años se volvió difícil entender cómo un canal puede seguir pagándole para relatar a un tipo sin vista: ve a Messi en donde está Agüero, ve a Messi en donde está Lavezzi, ve a Messi en donde está Romero, y así. Una vez más, la investidura de gala de la ocasión refinó un poco la puntería visual de Nelson, que apenas tuvo algunos momentos ridículos al opinar sin escuchar, como cuándo arriesgó: “Lo mejor de este primer tiempo: ¿la paciencia?”, “Sí, y además algunos jugadores estuvieron muy bien”, congenió Macaya. Nelson no quiso ser parte de una conversación lógica, y a oídos sordos sentenció “Además de la parte individual”. Pero indudablemente, cuando la solemnidad del partido aumenta, también lo hace el nivel de idiotez de Fernando Niembro. Desde Telefé, y con el siempre correcto Vignolo soportando sus arremetidas, Niembra hizo lo que ¿mejor? sabe: decir pavadas sin sentido. No hace falta más que buscar un resumen del partido en YouTube: cada una de las jugadas de peligro nacen mientras Fernando está comentando a) alguna cuestión familiar intrascendente, o b) alguna cuestión deportiva intrascendente. Así escuchamos cómo pregunta por la familia de Vignolo o por Quilmes a Walter Queijeiro –en este último caso, provocando directamente que se ignore una jugada de peligro de Venezuela-…pero dentro de todo eso es lo mejor. Porque cuando habla de “deporte” se queja de la “humedad que le tiraron al campo de juego”, nota que ante la definición del Pipa Higuaín el arquero rival “no miró hacia el centro del área” (¿?) y en una prosa que busca el nivel de la de Victor Hugo durante el relato de EL gol, se emociona con Messi: “La Argentina termina, con este pase de Messi, BRILLAR…Impresionante”. Si Ferni, impresionante, jugar, Messi, viva, fúlbo.

Algunas imágenes ilustrativas pueden encontrarse en el Facebook, ya que Blogger se esfuerza para que sea imposible subir imágenes.
http://www.facebook.com/pages/Volv%C3%A9-Macaya/571581369548880

martes, 19 de marzo de 2013

"Tiene varios jugadores negros el Milán...falta uno"


A modo de declaración inaugural de principios y finales, el afectado blog tiene un único motivo: bramar que no todos los que miramos fóbal somos tarados. ¿Y por qué pienso que hace falta tal declamación? El hecho de que haya gente pagando un sueldo (valor que, juro, prefiero no conocer) a los incapaces que semana a semana ofician de voces para el fútbol televisado no deja dudas: estos tipos piensan que somos estúpidos. Las nobles profesiones de relator y comentarista deportivo se fueron desarrollando en paralelo con la creciente televisación de los matches, pero algo pasó en el medio que hizo que el progreso trastabille y la cosa tome ribetes involutivos. Porque al principio muchos nos reíamos cuando Marcelo Araujo mechaba locura en las entonces solemnes transmisiones domingueras. Esos "¿estoy crazy, Macaya?" fundaron una escuela, y le siguieron cientos de variantes que la típica exageración local mutó en una desidia general… en todos los sentidos aplicables. Así llegamos a estos días, en los que entre el generoso “Fútbol para todos” y los esfuerzo de los canales de cable recibimos dos tipos muy definidos de periodistas (sí, démosle el beneficio de denominarlos en base a su profesión): aquellos a los cuales el cruel paso del tiempo afectó en sus virtudes visuales y/o mentales ("viejo gagá" resume el concepto) y los otros, los que nunca debieron dedicarse al fútbol, o a la tele, o a su combinación (serían los Funes Mori de este asunto, los que si hubiesen hecho algún examen de aptitudes tendrían que haber trabajado en rubros como la pastelería, la ciencia aplicada a la evolución del papel higiénico o las recomendaciones en los ya casi desaparecidos video-clubes). Sin extenderme más en esta introducción, desde ya lo menos divertido de todo esto, en lo sucesivo me voy a encargar de recopilar lo mejor/peor que los muchachos en cuestión nos regalen semanalmente, y mediante la ayuda de Pablo y su diseño escuela “drogón-sin-drogas”, lo volcaré en esta página virtualoide.
Ya que cómo bien dijo Fernando Niembro: “Si estuviera la hinchada Argentina, a Ñam le gritaría: eeeu ahh ah, onga ueevoo, ah e ah, ¿no?

Amén, amigos, amén.